Tarea 3: Localiza el texto completo de La niña de los tres maridos de Fernán Caballero – se hará la lectura de este breve texto en el aula-. Aporta datos sobre la biografía de este autor.
|
Celia Bohl
alias Fernán Caballero |
Fernán Caballero era un seudónimo utilizado por la escritora española Celia Bohl de Faber y Larrea, ya que en esa era, los trabajos importantes no eran para las mujeres.Tuvo tres matrimonios fallidos, y se desplazó por muchos países a lo largo de su vida. Nació en Suiza y murió en Sevilla en 1877.
LA NIÑA DE LOS TRES MARIDOS
Érase una vez un padre que tenía una hija muy hermosa, pero terca y decidida. Esto a él no le parecía mal. Un día se presentaron tres jóvenes, a cual más apuesto, y los tres le pidieron la mano de su hija; el padre, después de que hubo hablado con ellos, dijo que los tres tenían su beneplácito y que, en consecuencia, fuera su hija la que decidiese con cuál de ellos se quería casar.
Así, le preguntó a la niña y ella le contestó que con los tres.
-Hija mía -dijo el buen hombre-, comprende que eso es imposible. Ninguna mujer puede tener tres maridos.
-Pues yo elijo a los tres -contestó la niña tan tranquila.
El padre volvió a insistir:
-Hija mía, ponte en razón y no me des más quebraderos de cabeza. ¿A cuál de ellos quieres que le conceda tu mano?
-Ya te he dicho que a los tres -contestó la niña.
Y no hubo manera de sacarla de ahí.
El padre se quedó dando vueltas en la cabeza al problema, que era un verdadero problema y, a fuerza de pensar, no halló mejor solución que encargar a los tres jóvenes que se fueran por el mundo a buscar una cosa que fuera única en su especie; y aquel que trajese la mejor y la más rara, se casaría con su hija.
Los tres jóvenes se echaron al mundo a buscar y decidieron reunirse un año después a ver qué había encontrado cada uno. Pero por más vueltas que dieron, ninguno acabó de encontrar algo que satisficiera la exigencia del padre, de modo que al cumplirse el año se pusieron en camino hacia el lugar en el que se habían dado cita con las manos vacías.
El primero que llegó se sentó a esperar a los otros dos; y mientras esperaba, se le acercó un viejecillo que le dijo que si quería comprar un espejito.
Era un espejo vulgar y corriente y el joven le contestó que no, que para qué quería él aquel espejo.
Entonces el viejecillo le dijo que el espejo era pequeño y modesto, sí, pero que tenía una virtud, y era que en él se veía a la persona que su dueño deseara ver. El joven hizo una prueba y, al ver que era cierto lo que el viejecillo decía, se lo compró sin rechistar por la cantidad que éste le pidió.
El que llegaba el segundo venía acercándose al lugar de la cita cuando le salió al paso el mismo viejecillo y le preguntó si no querría comprarle una botellita de bálsamo.
-¿Para qué quiero yo un bálsamo -dijo el joven- si en todo el mundo no he encontrado lo que estaba buscando?
Y le dijo el viejecillo:
-Ah, pero es que este bálsamo tiene una virtud, que es la de resucitar a los muertos.
En aquel momento pasaba por allí un entierro y el joven, sin pensárselo dos veces, se fue a la caja que llevaban, echó una gota del bálsamo en la boca del difunto y éste, apenas la tuvo en sus labios, se levantó tan campante, se echó al hombro el ataúd y convidó a todos los que seguían el duelo a una merienda en su casa. Visto lo cual, el joven le compró al viejecillo el bálsamo por la cantidad que éste le pidió.
El tercer pretendiente, entretanto, paseaba meditabundo a la orilla del mar, convencido de que los otros habrían encontrado algo donde él no encontrara nada. Y en esto vio llegar sobre las olas una barca que se llegó hasta la orilla y de la que descendieron numerosas personas. Y la última de esas personas era un viejecillo que se acercó a él y le dijo que si quería comprar aquella barca.
-¿Y para qué quiero yo esa barca -dijo el joven- si está tan vieja que ya sólo ha de valer para hacer leña?
-Pues te equivocas -dijo el viejecillo-, porque esta barca posee una rara virtud y es la de llevar en muy poco tiempo a su dueño y a quienes le acompañen a cualquier lugar del mundo al que deseen ir. Y si no, pregunte a estos pasajeros que han venido conmigo, que hace tan sólo media hora estaban en Roma.
El joven habló con los pasajeros y descubrió que esto era cierto, así que le compró la barca al viejecillo por la cantidad que éste le pidió.
Conque al fin se reunieron los tres en el lugar de la cita, muy satisfechos, y el primero contó que traía un espejo en el que su dueño podía ver a la persona que desease ver; y para probarlo pidió ver a la muchacha de la cual estaban los tres enamorados, pero cuál no sería su sorpresa cuando vieron a la niña muerta y metida en un ataúd.
Entonces dijo el segundo:
-Yo traigo aquí un bálsamo que es capaz de resucitar a los muertos, pero de aquí a que lleguemos ya estará, además de muerta, comida por los gusanos.
Y dijo el tercero:
-Pues yo traigo una barca que en un santiamén nos pondrá en la casa de nuestra amada.
Corrieron los tres a embarcarse y, efectivamente, al poco tiempo echaron pie a tierra muy cerca del pueblo de la niña y fueron en su busca.
Allí estaba ya todo dispuesto para el entierro y el padre, desconsolado, aún no se decidía a cerrar el ataúd y dar la orden de enterrarla.
Entonces llegaron los tres jóvenes y fueron a donde yacía la niña; y se acercó el que tenía el bálsamo y vertió unas gotas en su boca. Y apenas las tuvo sobre sus labios, la niña se levantó feliz y radiante.
Todo el mundo celebró con alborozo la acción del pretendiente y en seguida decidió el padre que éste era el que debería casarse con su hija, pero entonces los otros dos protestaron, y dijo el primero:
-Si no hubiese sido por mi espejo, no hubiéramos sabido del suceso y la niña estaría muerta y enterrada.
Y dijo el de la barca:
-Si no llega a ser por mi barca, ni el espejo ni el bálsamo la hubieran vuelto a la vida.
Así que el padre, con gran disgusto, se quedó de nuevo meditando cuál habría de ser la solución. Y la niña, dirigiéndose a él, le dijo entonces:
-¿Lo ve usted, padre, como me hacían falta los tres?
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
Resumen breve del texto
Un padre quería casar a su preciosa hija. A aquella se le presentaron tres apuestos pretendientes. Dejó tomar la decisión a la Niña, ya que al fin y al cabo le concernía a ella, pero se queda totalmente anonadado al oír la decisión de la muchacha de querer contraer matrimonio con los tres. Él da otra opción en la que solo una ganara, el que traiga el objeto más extraño y único a su hija en el periodo de un año. Aquellos tres buscan y buscan. Misteriosamente a los tres se les aparece el mismo viejecillo, que les ofrece a cada uno un objeto extraño y único
Los personajes y el narrador
En este cuento intervienen seis personajes;
La Niña
El padre
Los tres pretendientes
El viejecillo
El narrador es ajeno a la historia, es decir, que no aparece en en el cuento pero se sabe lo que pasa entre todas las personas
Tiempo y lugar
El tiempo en el que ocurre la historia es alrededor de un año.
El narrador nunca menciona un lugar en concreto, pero sí cuenta, que los pretendientes están en una playa.
Explicar el final del cuento
Esta historia se finaliza con una inesperada sucesión de hechos en el que, los tres pretendientes dejan a un lado su rivalidad por conquistar a la Niña y juntan sus objetos para revivirla. Todo esto, le da la razón en que se debería casar con los tres.
Opinión personal del texto
Me ha parecido un texto de lo más entretenido, aunque un poco extraño. Me quedé un poco impactada por la decisión que toma al principio la Niña de elegir a los tres como sus maridos ya que es algo fuera de lo normal. Me da pena por parte del padre, porque quiere la felicidad de su hija, pero no puede acceder a lo que ella le estaba pidiendo. El final sinceramente no me ha gustado del todo porque en mi opinión, es algo totalmente absurdo casarte con tres personas a la vez, aunque demuestra que la decisión que en un principio me parecía desacabellada, era la más acertada para la Niña.